miércoles, 28 de abril de 2010

La política (con y sin comillas) cultural en Murcia (ciudad). Opinión de Bruno Jordán.

 
Bruno Jordán es escritor y periodista.


La política (con y sin comillas) cultural en Murcia (ciudad)       
            Buena parte de quienes menean el cotarro cultural en Murcia (ciudad), particularmente un estimable número de quienes lo hacen al amparo directo o indirecto de entidades públicas, parecen haber optado por seguir una línea warholiana:  quince minutos de gloria para cada cual. Como el imposible Agua para todos institucional.
El mecanismo es simple como el de un chupete: se organizan eventos –me refiero concretamente a los de índole más o menos poética- con numeroso(a)s intervinientes. Con su presencia y la de sus familiares y/o amigo(a)s, el aforo está garantizado. Hay, incluso, quienes van mucho más allá: organizan actos maratonianos con intervinientes no ya numeroso(a)s, sino innumerables. Entre la espera de cada cual y la de sus amigo(a)s o/y familiares, el aforo continuo está medio garantizado. Cuantiosos fondos públicos.
La cosa tiene, como casi todo, una parte buena: lo poético se transmite y se comparte de manera personal y directa. Es la parte humana de lo poético.
Pero la parte mala es mayor con creces: lo poético queda entre quienes de una manera u otra formamos parte de ese mundillo. Nos escuchamos, leemos, compramos, vendemos y hasta juergueamos uno(a) con otro(a)s. La mayoría de la población esta(mos) mucho más pendientes de Messi y/o Cristiano Ronaldo. Es -acaso- la parte cruel –y también acaso- humana de lo poético. Hasta ahora lo ha sido.
Algo habrá que hacer. Pero eso es motivo de otra opinión en Alteridad.

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